Núm. 28 (2021): Pensar la cultura desde las ciencias sociales
El número 28 de la revista Perfiles de la Cultura Cubana se enfoca en ciertos temas de la cultura y las políticas culturales cubanas.
En la sección «Oficios» se presenta el dossier «Pensar la cultura desde las ciencias sociales» compilado por Mildred de la Torre y Ana Vera. Incluye siete artículos sobre aspectos relevantes del debate sobre la cultura cubana de hoy y de ayer, especialmente solicitados para esta publicación. Algunos de ellos retoman aspectos contenidos en las conferencias de un ciclo sobre teorías e historia de la cultura cubana, que auspició la Cátedra de Oralidad Carolina Poncet del Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello, entre finales de 2019 y principios de 2020.
En «Imperativos éticos del ejercicio de la política en Cuba», la filósofa Olga Fernández aborda la correlación entre ética y política, ciertos aspectos del pensamiento fundacional de la Revolución y la importancia de la contención ética por parte de todas las esferas de la sociedad para lograr una convivencia armónica.
Acerca de la «Cultura, interculturalidad e identidad: la modalidad cubana de la lengua española», tema del lingüista Sergio Valdés, se refiere a la polisemia del concepto cultura, al lugar que ocupó la formación de una modalidad cubana del español en el proceso de constitución de la nación y a la importancia actual del correcto uso de la lengua para conservar los valores identitario.
«De la escuela-calabozo a la república escolar. Metáforas arquitectónicas en Cuba, 1793-1902» propone una singular mirada del historiador Yoel Cordoví sobre las construcciones metafóricas que desde el siglo XVIII hasta la primera mitad del XIX designaron el espacio escolar y sus funciones. El artículo aborda además otras metáforas recurrentes todavía a inicios del siglo XX.
Con su «Presbiterianos en la cultura cubana: una lectura pendiente», la historiadora Yoana Hernández centra su estudio en los diálogos que la comunidad presbiteriana sostuvo con la realidad republicana durante la primera mitad del siglo XX. La manera en que ellos entendieron las relaciones entre cultura, política y economía le merece particular atención.
La culturóloga María Isabel Landaburo nos advierte sobre la importancia de potenciar las dinámicas relacionales generadas por las políticas culturales, particularmente su gestión en las ramas de la creación artística y el patrimonio, en «Política cultural pública en Cuba ¿qué dinámicas relacionales necesitamos?».
En «Vínculos intelectuales y política cultural. Avatares de la Dirección de Cultura en Cuba (1934-1945)», la historiadora Malena Balboa analiza iniciativas culturales desarrolladas por la dirección de Cultura entre 1934 y 1945 y particularmente la labor de su director, José María Chacón y Calvo, conjuntamente con una red de colaboradores empeñados en dar respuesta a necesidades planteadas por diversos sectores de la sociedad de su tiempo.
Cierra el dossier la historiadora de la cultura Jorgelina Guzmán con su estudio «Una mirada a los vínculos del PSP con la Sociedad Cultural Nuestro Tiempo», donde resalta cómo los comunistas de la República aprendieron a valorar la eficacia social del arte, la cultura y los medios de comunicación en la función pública en tanto agentes de
transformación. El artículo profundiza en el vínculo poco estudiado entre ambas instituciones.
Otros tres artículos completan la sección «Oficios». Marcos A. Campins, Elpidio Expósito y Alicia de la C. Martínez se acercan a las razones que hoy identifican a Santiago de Cuba como ciudad de la música. María de L. Reynó propone un marco conceptual para el estudio de los públicos de los museos, enriquecido por los modelos teóricos y las dimensiones de análisis elaborados. Por último, Silvia T. Hernández y Yanela Hernández valoran la programación cultural del verano 2020 en la provincia de Matanzas, bajo las condiciones de pandemia.
En la sección «Lamparilla» Ana Vera reseña el ciclo de conferencias que inspiró este número, con la intención expresa de contribuir a actualizar la información acerca de las investigaciones actuales sobre la política cultural y la cultura cubana. En su reseña de los temas abordados se destaca a los que transversalizaron las presentaciones y debates: la justicia social, la creatividad, la importancia del diálogo con la sociedad, el valor de conocer el pasado para proyectar el futuro, el carácter de la lengua como producto cultural y el de la educación como herramienta para la formación de valores. También se resalta la necesidad de actualizar las agendas de investigación cultural y la urgencia de aportar resultados para la transformación social.
La sección «Inquisidor» incluye una entrevista de Rubén Padrón a Mildred de la Torre, miembro titular de la Academia de Ciencias de Cuba con una amplia trayectoria en investigaciones sobre la historia cultural y la política cultural de la Revolución Cubana. En lugar de una entrevista formal, se ofrece al lector un texto con matiz ensayístico sabiamente organizado, donde se integran orgánicamente respuestas y preguntas. Varios son sus ejes: el peso insuficiente de la
investigación en el diseño de las políticas culturales, el lugar que corresponde a la ciencia en los estudios culturales, la polisemia del binomio cultura-identidad en la configuración de las políticas públicas, y el vínculo siempre polémico entre la política cultural centralizada y la intelectualidad. Todo ello contribuye a interrogar a las políticas actuales y a reflexionar sobre los retos futuros de la Revolución.
La sección «Arsenal» se compone de dos textos singulares: la transcripción íntegra de la conferencia inaugural de la doctora Graziella Pogolotti en la apertura del ciclo de conferencias y una emotiva evocación del inolvidable ministro fundador, Armando Hart.
La doctora Pogolotti aborda importantes debates conceptuales alrededor de la cultura y sus políticas, en un recorrido que abarca desde consideraciones sobre la ambigüedad del término hasta la incidencia determinante de los contextos. En ese sentido logra un acertado balance crítico de la trayectoria de la política cultural cubana, antes y después de 1959.
El texto sobre Armando Hart cierra el número con un balance equilibrado de los principales hitos de la vida y obra del fundador de la política cultural de la Revolución Cubana.